Subarna licitará el próximo 10 de noviembre una obra del gran pintor catalán que representa una misteriosa monja en el monestir de Sant Benet de Bages. Es una gran oportunidad para ver un óleo casi inédito del autor, jamás prestado a museos, antes de que pase a otro propietario.


Hay autores que son difíciles de encontrar en subasta. Habitualmente, Rusiñol, Sorolla, o Casas entre otros, permanecen en instituciones públicas y raramente los vemos en una subasta como la que ofrecerá Subarna. Más extraño es que un particular se acerque espontáneamente a una sala de subastas y ofrezca uno de esos relevantes apellidos. Si a eso le sumamos que encontrar obras de madurez de estos artistas es aún más árduo, esta es una muy buena oportunidad para el coleccionista. En este caso nos encontramos ante una obra pintada alrededor de 1917-19 (existe la factura original de 1920), por lo tanto, cuando el pintor ya estaba asentado en el mundo artístico tanto nacional como internacional. Nos confirman además su autenticidad, apareciendo en el catálogo completo citado y fotografiado por Isabel Coll, máxima experta del artista.

 

Sant Benet de Bages como escenario para una pintura de Ramón Casas

Este monasterio, reconvertido en casa particular y fábrica textil a partir de 1907, fue uno de los marcos artísticos más importantes para el artista barcelonés. Geográficamente estuvo ligado a la familia gracias a su madre, Elisenda Carbó, la cual tuvo la suspicacia empresarial de comprarlo y rentabilizarlo económicamente. Para Ramón, en cambio, ese espacio supuso un remanso de paz en lo que concierne a su vida, y para su trayectoria pictórica, pero sobretodo, donde poder desarrollar ideas que en otros ambientes no debía o podía: en ese sentido, debemos pensar que una actividad importante para él era la del retrato por encargo, burgués y en cierta manera, aburrido y estático. La otra cara de la moneda la tenía en ese magnífico entorno que se remonta hasta el siglo V, donde jardines salvajes, arquitectura y escultura gótica se entremezclaban con el olor a óleo. Una demostración de todo ello es el lienzo que ofrece Subarna, el cual representa una de sus famosas monjas (muy típicas en gran parte de su carrera) y el claustro de Sant Benet. La presentación de estos elementos, lejos de ser monumental y abierta, es intimista, contemplativa y recogida, un hecho que la hace muy original.

 

Un estilo y técnica únicos para una escena misteriosa


Conectado el tema con su trayectoria, debemos hablar del estilo técnico de esta obra. Los rasgos principales los encontramos en importantes pinturas del autor. A priori detectamos una pincelada abocetada y un tratamiento de la luz lánguido, casi velado por una fina capa de pigmento. Las intenciones, según Isabel Coll en el catálogo razonado¹ del artista son muy claras. 

La composición destaca por la combinación del fondo en colores terrosos y verdes, donde sólo hay dos protagonistas relevantes en blancos inmaculados: la luz de las ventanas y la figura femenina de la religiosa. La arcada con vistas exteriores, es casi una imágen cegadora abstracta (con acabado matérico) de lo que representa, luminiscencia y flora. El resultado es perfectamente descrito por Coll en el catálogo ya citado: “La naturaleza se transforma en efectos de luz y color y es vista a través de una doble arcada que está enmarcada por un arco. Encontramos una cortina de pinceladas verdes y amarillas, que sugieren las ramas”. Como afirma la experta también trata el vestido de la religiosa con menor insistencia que otras veces. La falta de precisión en el dibujo y la pintura por otro lado, tiene una pretensión muy concreta: la finalidad es captar todo el conjunto como un ente unificado, donde entender que “el hombre y la naturaleza viven en armonía”². Esta masa tan apacible yuxtapuesta pues, con un efecto unificado técnicamente,  invita a la meditación y reflexión.

En estos términos citados es donde hay arraigado lo genuino del lote, dónde difiere verdaderamente de otros óleos³. Las otras perspectivas del Monestir de Sant Benet de Bages tienen distintos protagonistas y otro estilo desarrollado. En tres obras de colecciones privadas pintadas alrededor de 1921 (figuras 634, 637 y 638 del catálogo razonado de Isabel Coll) la luz está tratada con otra dirección y potencia, con focos más brillantes y cenitales, y vegetación más definida. Las figuras 639 y 640 del mismo catálogo por ejemplo, cambian de protagonista, siendo una figura principal una mujer burguesa vestida a la moda de la época. 

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Estos detalles, hacen de esta obra un punto de inflexión en la carrera de Casas; reúne características propias de distintos géneros desarrollados por el artista de forma interrelacionada, dando un resultado sorpresivo y único. Con ello, la venta del lote contribuirá a enriquecer el cosmos estético y artístico de un autor que siempre ha sido valorado por instituciones públicas y privadas. La exposición se va a desarrollar del 2 al 9 de noviembre en la calle Diputació 278 de Barcelona; su subasta, el 10 de noviembre a partir de las 16.30h. Ambos eventos son de entrada libre y gratuita. 

 

  1. Coll, Isabel. "RAMON CASAS. Catálogo razonado". De la Cierva Editores. pag 444. fig. 641.
  2. Coll, Isabel. "RAMON CASAS. Catálogo razonado". De la Cierva Editores. pag 445.
  3. Coll, Isabel. "RAMON CASAS. Catálogo razonado". De la Cierva Editores. pags 440,441,442,443.
  4. Coll, Isabel. "RAMON CASAS. Catálogo razonado". De la Cierva Editores. pags 440,441,442,443.