El próximo 20 de abril los coleccionistas de la muñeca más famosa del mundo están llamados a pujar en Subarna, Barcelona. Con una exposición previa del día 11 de abril al 19, salen a la venta 60 modelos de ediciones, épocas y estilos muy variados.

 

La ciudad condal se ha ido transformando año tras año y década tras década en un epicentro “freak” (véase este apelativo en clave positiva). El passeig Sant Joan con el ya archiconocido Norma comics, las re-ideadas Galerías Maldá con numerosos establecimientos dedicados a Harry Potter, Star Wars, Manga, El Señor de los anillos…y ahora, solo en 9 días de exposición, Subarna quiere ser un corner temporal del mundo Barbie en Diputació 278, Barcelona.

 

Subarna hace una propuesta que rara vez se encuentra en portales especializados: una selección que abarca los primeros modelos de la firma Mattel, otros de los años 90 con ediciones específicas, y por último las ediciones limitadas realizadas en el material patentado por la marca juguetera. Este factor, unido a que el 100% de los lotes vienen en cajas originales y elementos de sujeción sin desprecintar, hacen de esta venta una oportunidad única. Además, muchos de los packs adquiridos por esta colección particular fueron realizados por la MATTEL americana y no española, tal y como se aprecia en muchas de sus etiquetas.


 

Pero empecemos desde el principio para entender esta licitación: esta muñeca nació de la mano de Ruth Handler y su marido Elliot Handler alrededor de 1955, con la vocación, sobretodo, de ofrecer un muñeco “adulto” a los niños. Inspirada en la muñeca “Lillie” alemana, la creación de los Handler fue escalando hasta los años ‘60 como la más comprada de todas. De esta primera década (1956-1966) Subarna licita varios modelos de Mattel que tienen un lugar muy especial en el coleccionismo. 

 

La colección

En primer lugar destacan varias “Barbies Ponytale”: dicho peinado hemos de recordar que fue el original y primero de esta figura, siendo muy buscado por los más aficionados. Destaca además por sus vestidos, tanto pret-à-porter como de gala. De esta serie son dignos de remarcar la manufactura de estos, los cuales están realizadas casi con tanta perfección como las de una modista de la época. De estas indumentarias también hay una gran demanda, ya que son modelos completos específicos, con lo cual, se compraban por separado y al gusto del comprador/a.

 

Por otro lado, también, de esta etapa primitiva, pero muy expansiva, encontramos a Midge, mejor amiga de Barbie, a Ken, su pareja, y el mejor amigo de este, Allan. Debemos matizar, que como punto fuerte para el coleccionista, dichos modelos no eran extensiones de Barbie, si no que se comercializaban como líneas principales de MATTEL. El concepto que tenemos de personaje secundario de estos se fue fraguando desde los años 70, ya que la casa americana se dió cuenta que quien triunfaba de verdad era Barbie. La fabricación de estos compañeros fue más genuina en cuestión de estilo, y encontramos características que a día de hoy no se aplican.

 

Siguiendo la cronología de la subasta, de 1964, 1965 y 1968 encontramos maletines para llevar a la muñeca y sus complementos. Como si de una maleta decimonónica de lujo se tratara, llevan incluidos percheros, cajoncitos, y un sitio especial para vestirla y encajarla. Esta tipología de cajas especiales fueron el punto de partida de customización de este renombrado juguete. Con los años, derivaron en las típicas casas de verano, el centro comercial, spa o caravana, buscando esa personalización del personaje. 

 

De los años 70’, saltamos a Barbies de edición limitada de finales de los años 90 y principios del 2000. Destacan las “Model fashion collection”, las cuales se realizaron en silkstone, un material que se patentó por la empresa americana para simular la famosa porcelana. La marca quiso con eso combinar dos beneficios: el del coleccionismo de piezas de fabricación reducida y la jugabilidad, ya que es un acabado extremadamente resistente. De esta parte de la colección son muy curiosas las “lingerie”, una línea muy provocativa y casi erótica, que sobresale del estilo más recatado de las producidas en masa. 

 

Son interesantes las que forman parte de la “Collector edition” de 1995-99, ya que tienen temas muy concretos que son difíciles de encontrar en el mercado generalista. Encontramos por ejemplo una serie de princesas y aristócratas, como una reproducción de Madame de Pompadour y Madame du Barry (du Barbie en ese caso) amantes de Luís XV. En estos casos, destacan mucho sus vestidos, los cuales imitan brocados, sedas salvajes y encajes típicos de la era rococó. De este mismo conjunto de “Collector edition” aparecen también Barbies de regiones mundiales, como una emperatriz de China o una nativa americana. Esta sección fue promovida por MATTEL para promover la interculturalidad, creando adeptos y detractores (debido a una cierta posición impostada por parte de la marca). Ya por último también son de destacar por la elaboración de sus trajes, colaboraciones como la de la marca Dior, o la conmemorativa de la entrada de milenio. Como curiosidad, hay un pack, en pareja de Frank Sinatra y Barbie titulado “Barbie loves Frank Sinatra”.


 

¿Quién quiere jugar con Subarna?